Ahora que yo también soy madre entiendo mucho mejor a la mía. Por mucho que una hija se esfuerce nunca podrá devolver todo lo que su madre le ha dado. Lo veo con mi propio hijo y el amor incondicional que le tenemos. Pero cuando me pongo nostálgica pienso en que algún día él se hará mayor, tendrá que hacer su vida y “nos dejará atrás”. Es ley de vida, ¿no? Pero nunca está de más tener algunos detalles con los padres que tanto se esforzaron por nuestro bien.
Dentro de poco es el cumpleaños de mi madre: cumple 60 años. Es un buen momento para reconocer todo ese esfuerzo. Porque tiene mucho de psicológico lo de la numeración a la hora de cumplir años. Yo lo sé muy bien que ya he cumplido 40 y me vino toda esa crisis de la que siempre se habla. Así que para estos 60 años le hemos preparado una sorpresa.
Lo primero es que me he puesto en contacto con mi tienda habitual de Flores a domicilio en Vigo. Con ellos hemos preparado varios ramos con los que decoraremos una sala que hemos alquilado en un restaurante. La idea es que todo sea una sorpresa, para lo que toda la familia debe colaborar haciéndose los suecos durante los días previos a la fecha.
Por eso lo más importante es crear una historia ficticia para atraer a nuestra madre al restaurante sin que sospeche que se trata de una fiesta sorpresa. No será fácil, pero hemos ideado una historia con la que esperamos que pique el anzuelo. Y es que los últimos cumpleaños no han sido lo que se dice muy especiales para casi nadie. Con el tema de la pandemia y teniendo en cuenta que nuestra madre es persona de riesgo, intentamos evitar en la medida de lo posible el contacto para evitar cualquier riesgo. Pero ahora que parece que la situación se reconduce, es el momento de volver a celebrar en familia.
Como fanática de las flores que es, algo que también he heredado yo, confío en que disfrute con lo que le hemos preparado junto a los chicos de Flores a domicilio en Vigo. La verdad es que es una pasada como ha quedado. Ahora solo queda que pique el anzuelo.