Galicia es uno de los mejores destinos de España si se buscan bonitas playas y una estupenda gastronomía. Las playas gallegas tienen una serie de ventajas respecto a las que podemos encontrar en otros lugares de España, como por ejemplo en el Mediterráneo. Si bien las aguas son más frías, en Galicia hay sitios que parecen sacados de una película o de una postal. Un buen ejemplo es la conocida como mejor playa de cies, la playa principal y la primera que encontramos cuando nos bajamos del barco que nos lleva a visitar las islas.
Pero esta no es la única playa de ensueño. En lugares como Ons, también una isla y también del parque Atlántico, encontramos también playas de gran belleza. Y una de las mejores características de cualquiera de ellas es que están en zonas que son prácticamente vírgenes, sin casas pegadas en la primera línea de playa ni grandes hoteles que impiden tener vistas hacia el interior. Tanto en Cíes como en Ons, puedes mirar tanto para el mar como para el interior, el paisaje será igualmente seductor.
En el resto de las Rías Baixas podemos encontrar playas muy visitadas por turistas, en las que es posible encontrar todo tipo de servicios. Pero también pequeñas calas, algunas a las que solo se llega caminando, en las que hay muy poca gente y se disfruta al máximo de la naturaleza. Pero Galicia es más que las Rías Baixas, están también las Rías Altas, que son menos turísticas pero en las que también hay preciosos arenales, mucho menos frecuentados y en lugares con una gran belleza natural.
Y no olvidemos que Galicia no tiene tan solo una costa atlántica, también cuenta con zona cantábrica, con playas que también son muy turísticas, como la famosa playa de Las Catedrales. Aunque esta zona tiene fama de tener un tiempo un poco más inestable, en verano es fácil que el día acompañe y que se pueda pasar una jornada de playa inolvidable en esta zona.
Y tanto en la costa atlántica como cantábrica, los restaurantes y lugares para disfrutar de picoteo son una constante. La calidad de la comida en Galicia no es un mito, es una realidad y lo cierto es que es muy fácil comer muy bien por muy poco dinero. Aunque el marisco gallego es famoso, no vamos a olvidar la calidad de la ternera gallega o de las verduras de proximidad con las que se nutren casi todos los restaurantes.