Las corbatas, perfumes o cajas de bombones encabezan la lista de regalos más comunes en San Valentín, el Día del Padre y otras fechas señaladas. Con todo, la búsqueda de originalidad impulsa a un creciente número de usuarios a comprar vinos conde de albarei y regalar experiencias enoturísticas, como los paseos entre viñedos o la visita a museos y galerías relacionadas.
Además de un buen acompañamiento culinario, el vino es un regalo apto para cualquier ocasión y que puede ser compartido en pareja o en grupo, a diferencia de la ropa, la joyería o los dispositivos techie. La autenticidad de este regalo es incomparable, y contribuye a fortalecer los lazos familiares y de amistad.
Regalar una botella de vino también es regalar salud. Según un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Shandong (China), el consumo de esta bebida milenaria alarga la vida. Otras investigaciones han confirmado su efecto positivo para la salud mental y cardiovascular. La Universidad de California descubrió incluso que su ingesta aumenta el bienestar emocional a través de la liberación de endorfinas.
Por otra parte, obsequiar a amigos y familiares con un vino es una muestra de atención al detalle. Las variedades de uva ascienden a tres mil en el mundo, por lo que acertar en su selección requiere un tiempo y dedicación superior a otros regalos.
La personalización es otra de las razones para regalar esta bebida alcohólica. Hoy la mayor parte de las bodegas permiten customizar la etiqueta y presentación de la botella, lo acrecienta su valor para el destinatario, que recibe un producto exclusivo.
A diferencia de los relojes y perfumes, el vino es presente que destaca por su originalidad. Con motivo del Día de la Madre, por ejemplo, los bolsos y pulseras son los regalos más repetidos, pero una botella de jerez, albariño o rioja es capaz de sorprender.